La Flexibilidad como valor

Desarrollar un proyecto de consultoría no es sencillo, puesto que implica enfrentarse a lo desconocido, a la percepción de la empresa y a las necesidades reales, así como adaptarse a las necesidades de las personas involucradas. En particular, en proyectos de desarrollo personal o formación, es necesario tener la habilidad de adaptarse a cada persona, ser flexible en las estrategias de enseñanza y ser empáticos para conectar con los demás. Además, es esencial tener habilidades de comunicación para permitir que los alumnos conecten, comprendan y apliquen las estrategias aprendidas en su puesto de trabajo.

Cuando la pandemia llegó, muchas empresas se vieron obligadas a adaptarse y recordaron que debían hacerlo según las circunstancias. En aspectos de formación, la pandemia también enseñó la importancia de tener los recursos necesarios a disposición de los alumnos, lo que permitió establecer una línea de trabajo que permitiera impartir la misma temática con diferentes tipos de recursos, ya sea en una sesión presencial, Blended Learning o virtual.

La formación debe ponerse al servicio del alumno, y no al revés. El formador debe tener la capacidad de conectar con la persona, adaptarse, ser flexible, predisponer a los alumnos hacia el aprendizaje, crear un clima de confianza… Por eso el aprendizaje tiene que ser significativo para el alumno, y la conexión se crea cuando todos encajan en el contexto de la formación, y obviamente, manejar el entorno de aprendizaje es fundamental, para esta conexión.

Es vital la capacidad de adaptación. Evidentemente, cada alumno tiene unas necesidades, por lo tanto, hay que hacer un buen análisis de la situación inicial para entender qué necesidades tienen en ese momento, bien sea por circunstancias puntuales, la evolución del mercado, por la dinámica del trabajo, de implantación de una nueva herramienta etc. Además de las necesidades que comparten en esta fase inicial, tenemos que detectar posibles Gaps que requieran otro tipo de desarrollo o un proyecto de entrenamiento o formación técnica o de habilidades.

¿Cómo aplicar la flexibilidad durante todo el proyecto?

Si queremos que nuestro proyecto de formación sea un éxito, es fundamental ser flexible y adaptarnos a las situaciones que puedan surgir. Aquí te dejo algunas ideas sobre cómo ser más flexibles en nuestro proyecto de formación.

  • Planificación flexible: Cuando planificamos nuestra formación, es importante tener en cuenta que pueden aparecer imprevistos y estar abiertos a hacer cambios para adaptarnos a ellos.
  • Metodologías innovadoras: Existen diferentes metodologías que permiten adaptarnos al contexto de los individuos de la formación: el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje personalizado y el aprendizaje en línea.
  • La gamificación es una técnica que consiste en utilizar elementos propios de los juegos en contextos no lúdicos, como la formación. Permite adaptarse a las necesidades y preferencias de cada estudiante de forma individualizada. Además, al plantear retos y desafíos aumenta también la motivación.
  • Evaluación continua: Permite detectar fallos y hacer cambios para mejorar para ofrecerles una formación más efectiva.
  • Comunicación efectiva: La comunicación entre formadores y participantes es clave para el éxito del proyecto. Es importante escuchar y responder a las necesidades de los participantes para adaptarnos mejor a ellas y mejorar su experiencia de aprendizaje.
  • Resolución de problemas: Los formadores deben estar abiertos a hacer cambios en el plan de formación para resolver los problemas que puedan surgir. De esta forma, podremos asegurar el éxito de nuestro proyecto de formación.

Y como no, ¿qué beneficios tiene el valor de la flexibilidad?

Al adaptar su enfoque y metodología de enseñanza para satisfacer las necesidades y estilos de aprendizaje de los participantes permiten diseñar y ofrecer una formación de alta calidad y mayor eficacia.

Aumenta la employee experience los empleados pueden disfrutar más de la formación y sentirse más motivados para aprender y les puede llevar a sentir que su tiempo y esfuerzo son valorados y respetados y aumentar el compromiso y el sentimiento de pertencia.

Se optimizan tanto el tiempo como los recursos: por ejemplo, proponer una formación Blended Learning cuando la presencialidad total no es una opción, adaptando los recursos y los tiempos a la situación concreta.

Y si hablamos del ROI, aumenta el retorno de inversión (ROI): Si los formadores son competentes y flexibles, pueden ayudar a maximizar el ROI de la formación, puesto que se maximiza el traslado de los contenidos, habilidades o competencias incluidas en la formación. Esto puede llevar a una mayor eficacia y eficiencia en el trabajo, así como a una mejora de los resultados y el rendimiento empresarial

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2 comentarios

  1. El otro día lo comentábamos con María José: me gusta decir que debemos ‘ser juncos’, virar en función de las circunstancias. Adaptarnos pactando desde el inicio con las personas participantes la posibilidad de adaptar el contenido al continente.

  2. Muchas gracias Eva, añadiría que en el contact center es especialmente adecuado y necesario ser flexibles porque los alumnos están a disposición de los clientes a los que atienden y muchas veces ocurren circunstancias donde la formación se tiene que impartir en los momentos valle, donde hay menor demanda.

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